TUS OJOS ME HICIERON LIBRE

Ya hacía rato que apuraba el café. Cada vez mis sorbos eran más pequeños, y las dosis mas ridiculas. Quería prolongar el tiempo. Seguir disfrutando de su compañia. Prometimos hacer solo un café y lo estabamos haciendo pero no sabia si habrían más. Los añoraba, los deseaba, los pedia a gritos. Suplicaba porque se repitirian momentos como este. Solos tu y yo ante un café, escuchandonos, dandonos esa libertad tan tristemente perdida por las relaciones sociales a menudo estresantes.  No necesitabamos a nadie más, daba igual que estuvieramos sentados en un bar del centro en pleno noviembre al mediodia, para mi solo estabas tú. Solo te escuchaba a tí, y sabia que solo me escuchabas tú.

Por fín alguien a quien decirle que me gusta la pintura, la abstracta, la historica y los retratos. Que pese a tener una cierta edad sigo leyendo libros de aventuras y huyo de las novelas de amor de sobremesa como sería lo habitual. Alguien que sé que me escucha de corazón, que si me dice que me entiende es porque lo hace de verdad.
Alguien totalmente diferente a mí en cuanto a aficiones se refiere, pero que me hace sentirme libre, autentica, feliz. Lo mejor de las relaciones es la libertad, el respeto bien entendido, el saber que en la intimidad del otro esta la complicidad absoluta. El no preguntarme si porque invierta mi tiempo sin ti en hojear libros de PICASSO, en vez de pensar en que hacer para mejorar mi swing de golf, y poder ayudarte a plantar cara a tu jefe en los partidos que haceis, soy mejor o peor persona. En saber que las corbatas de seda a rayas no pegan con tu traje azul a cuadros pero aun asi eres feliz si te las compro así. En esperarme tardes y mañanas de cafe y desayuno completo en bares normales de grandes ciudades juntos los dos, sin agobios, solo escuchando el plan del dia de cada uno y los problemas del otro, a veces incluso aportando ideas geniales sin tener ni idea de que es una buena solucion. Eso es la libertad de sentirme querida, llena, la necesidad de huir de complejos impuestos por grupos, tendencias y moda.

Tantos años sin oler la pintura fresca de un cuadro, tanto tiempo esforzandome en leer las novelas eroticas y romanticas del momento solo para poder formar parte de las conversaciones de mis amigas. Tanto tiempo autoimponiendome un comportamiento, unas costumbres, para poder encajar, para no sentirme sola. Tanto tiempo acompañando a mi pareja de entonces a reuniones insulsas en cotos de caza y paradores naturales, rodeada de personas a años luz de mí. Pero él jamás fue a mis clases de pintura, aquellas que tuve que dejar, jamás fue al puesto de libros de al lado del Parque del Retiro, aquel donde siempre compro algo.

Ahora ese café que apuro es contigo, con alguien que sabe que el pobre JULIAN, el quiosquero se emociono de verdad al verme de nuevo comprandole libros de aventuras, y piratas en su viejo puesto. Aquel que volvio a pagarme las clases de pintura aunque no sepas distinguir un oleo de una acuarela. Aquel que acepta mis manias y mis altibajos. Quiero ser libre y serlo junto a tí.

Compartir estrellas en silencio como hacen las parejas mas felices. Y escuchar canciones nuestras, únicas, descifrando por partes que trozo de ella nos viene mejor. Esas cosas perdidas y ahora recuperadas. Sin estar delante pero siempre presentes.

Con composiciones como estas y obras de arte musicales como la siguiente, ha enamorado a miles de personas y a roto muchos corazones. Y por supuesto ha ayudado a liberar a aquellos que permanecian atados en falsas imposiciones y criterios sociales. Con el charquito de ALEJANDRO SANZ cierro este post que habla sobre el sentirse libre estando con alguien que te permite serlo sin limitarte.